Lo personal, lo afectivo, la intimidad, la soledad… son política también

lo personal es político

Cuando empecé este blog lo hice con la intención de centrar mis escritos en las conexiones existentes entre nuestras vidas cotidianas y la política. Es decir, en las dimensiones políticas de nuestro día a día que, a mi parecer, son casi todas. Durante los últimos meses, el blog ha ido tomando otros derroteros que, aunque necesarios e importantes, lo han alejado del objetivo inicial. En gran medida, Interseccion[e]s ha sido un espacio de propaganda, reflexión y difusión del trabajo que se ha estado haciendo en Revolta Global-Esquerra Anticapitalista e Izquierda Anticapitalista y, más concretamente, de una campaña electoral que ha durado prácticamente seis meses.

No es accidental que ahora que se han acabado las elecciones me siente a reflexionar de nuevo sobre la razón de ser de este espacio. En la última semana hemos escuchado muchas voces (algunas muy altas) que exigían que hiciéramos balance y autocrítica ante lo que muchos han percibido como un desastre electoral. Como ya he escrito de manera repetida aquí y en otros lugares, no coincido con el diagnóstico de desastre, pero sí que considero que el balance y la autocrítica son necesarios. Eso sí, y aquí hay una gran diferencia de matiz, balance no tanto para explicar la insuficiencia de votos como para seguir impulsando nuestro crecimiento (el cuál, en los últimos meses, aunque modesto, ha sido importante) y para seguir abriendo la brecha de un espacio político claramente anticapitalista, feminista y ecologista.

Hoy sigo pensando que las conexiones entre política y vida cotidiana son fundamentales. En un contexto donde la ciudadanía cada vez se siente más alejada de la clase política, donde el social-liberalismo (léase PSOE) se ha quedado no sólo sin políticas sino también sin retórica que lo distingan de las fuerzas explícitamente neoliberales, donde la socialdemocracia (léase IU, ICV, EUiA, etc.) no parece capaz (o deseosa) de resistir el giro a la derecha que le impone su participación en la gestión del sistema y de sus crisis, ser capaces de conectar con las personas y discutir con ellas la relación existente entre sus problemas cotidianos y las estructuras político-económicas más amplias, deviene fundamental. No se trata de hacer eslóganes más agresivos o atractivos. Se trata de acercar la política a la gente. Se trata de reflexionar sobre cómo nuestro día a día, lejos de ser algo ajeno a la “alta política”, está profundamente marcado por ésta. Sólo así la política puede cobrar sentido para muchxs. Y sólo así conseguiremos llevar a cabo la construcción de un proyecto político con una amplia capa social, con contenido y con cara y ojos.

Este fin de semana tuve que salir de forma precipitada con mi familia hacia otra ciudad del estado al saber que mi abuelo se encontraba hospitalizado por una neumonía. Mi abuelo tiene casi 96 años y en los últimos años sus problemas de salud son cada vez más frecuentes y graves. A pesar de que hace ya tiempo de que su autonomía ha quedado bastante restringida, el gobierno no le ha proporcionado ningún tipo de ayuda y, es principalmente mi tía (su hija) la que se encarga cada día (de manera no remunerada) de su atención y su cuidado. Desde su hospitalización, ha habido una movilización de hijxs y nietxs para hacer turnos y garantizar que mi abuelo no pase ni un segundo solo en el hospital y garantizar así su bienestar y su atención.

Al llegar el sábado a la planta donde estaba ingresado me llamó la atención la presencia de varios carteles de un sindicato en los que se notificaba que aquel hospital en concreto contaba con un déficit de 50 enfermeras, y se instaba a los usuarios y sus familiares que exigieran una atención de calidad. En este sentido, la estrategia sindical estaba clara: vincular su reivindicación de recursos insuficientes para la contratación de profesional sanitario en un hospital público (con la sobrecarga de trabajo que esto comporta para el personal que sí es contratado) con el supuesto derecho de los usuarios del hospital de recibir una atención de calidad. Matemática pura: contra más bajo sea el ratio entre enfermer@ y pacientes, mayores serán el tiempo y la energía que lxs primerxs podrá destinar a lxs segundxs, lo cuál resulta en mejores condiciones laborales para lxs trabajadorxs y mayor calidad de cuidado para lxs usuarixs. Más allá del contexto específico de los hospitales públicos, no pude evitar pensar al leer los carteles que el encogimiento de gasto social (que en el estado español nunca ha sido para lanzar cohetes) se produce de manera paralela a la percepción silenciosa de la familia como substituta invisible de dicho gasto. En España siempre ha sido así, a pesar de que una Ley de Dependencia raquítica ha intentado recientemente actuar de cosmético.

Lo que me recordó una vez más la importancia (e invisibilidad) del cuidado familiar fue la llegada el sábado por la tarde del paciente que iba a ser el compañero de habitación de mi abuelo.

Llegó en una camilla. Desorientado. No recordaba ni su nombre. Solo. Sin nadie que le acariciara la cabeza. Que le dijera que todo iba a ir bien. Al rato llegaron unas sobrinas lejanas que, durante el breve rato que estuvieron allí, nos explicaron que aquel señor, Antonio se llamaba, era soltero y nunca tuvo hijos. En su caso, no existía un mini-ejército invisible dispuesto a movilizarse cuando las cosas se pusieron difíciles. Me entristeció ver como Antonio le pedía a la enfermera que le trajera una botella para orinar y oír cómo ésta le respondía que como no había familiares para ayudarle tendría que orinar en el pañal que le habían puesto, ya que ella no tenía tiempo de acudir a la habitación cada vez que él lo necesitara. Me entristeció más aún oír cómo las sobrinas lejanas le dijeron a Antonio que si no quería pasar las noches solo, que si quería a alguien que estuviera a su lado mientras estuviera hospitalizado (e incluso cuando le dieran el alta), debería contratar a una señora (no a un señor, evidentemente) para que se quedara con él. Como resultado, mientras que la gestión logística en el caso de mi familia se centró en organizar quién estaría allí y cuándo, en el caso de Antonio se redujo a gestionar la autorización bancaria para sacar dinero de su cuenta y pagar a una cuidadora para que, entre otras cosas, hubiera alguien para acercarle la puta botella y que no tuviera que mear en un pañal como si tuviera dos años.

Con este contraste de viñetas no intento inferir que mi familia sea mejor que la de Antonio. Simplemente la mía existe y la suya no. Y eso hará que alguien le acerque la botella a mi abuelo y la vuelva a dejar en su sitio cuando acabe, que alguien le acaricie la cabeza, que alguien le diga que todo va a ir bien. También hará que Antonio tenga que comprar su dignidad, las manos que le pasen la botella, que le afeiten, que le den un vaso de agua cuando tenga sed. Si bien es cierto que el cariño que proviene de la familia ha de ser incondicional, sin retribuciones, automático, el hecho de que la ausencia de ésta deje un vacío tan grande muestra la cojera de un estado del bienestar que descansa sobre las espaldas de los lazos familiares para suplir sus carencias. No sé si mi abuelo y Antonio son conscientes de los entresijos de fondo que marcan la distinción. Pero estoy segura de que cuando se miran o se escuchan, de cama a cama, a dos metros de distancia, intuyen que no son iguales.

Tampoco pretendo reivindicar con estas líneas la centralidad de la familia como aprovisionadora de cuidado. Obviamente, los lazos afectivos son fundamentales para concebir y garantizar la atención de las personas en situación de autonomía restringida, pero no dejan de ser problemáticos (ya que históricamente han recaído sobre las mujeres) ni tampoco deberían ser imprescindibles. De hecho, es la ausencia de dichos lazos en casos como el de Antonio lo que nos ayuda a comprender y visibilizar las dimensiones político-económicas del cuidado en la sociedad actual:

¿Debería un estado del bienestar digno de llamarse así confiar en la presencia de una familia con tiempo y con recursos suficientes como para suplir sus carencias e insuficiencias? ¿Qué consecuencias tendría esto para las personas que no cuentan con una familia dispuesta o capaz de actuar de parche? ¿No son acaso las diferencias de clase lo que determinarán que una persona sola como Antonio pueda acceder a comprar el cuidado en el mercado? Ante la disminución de disponibilidad de cuidadorxs tanto remuneradxs como no remuneradas, así como la reducción del gasto público destinado al cuidado ¿cuál es el perfil de trabajadora (porque suelen ser mujeres) que acaba realizando este trabajo para personas como Antonio? ¿No es acaso el trasvase de mujeres de países periféricos a estados como el nuestro lo que ha amortiguado en las últimas décadas el “vacío de cuidado” que provoca un raquítico gasto social? ¿Bajo qué condiciones trabajan estas mujeres¿ ¿Qué estabilidad laboral, qué remuneración, qué compensación, qué reconocimiento reciben? ¿Qué y a quién dejan atrás para ser cuidadx por otrxs cuando dejan sus hogares para compensar las negligencias de “nuestro” estado, un estado cada vez más ausente? ¿No son acaso sus remesas las que acaban supliendo la falta de gasto social en sus países de origen, falta en gran parte creada por programas de ajuste estructural impuestos por un Norte neoimperialista a un Sur empobrecido?

Los vínculos, las conexiones, las intersecciones que se establecen analizando el mundo social tomando el cuidado como punto de partida son múltiples y complejos. Nos recuerdan, una vez más, que la rigidez con la que establecemos los límites entre nuestra vida privada y la pública, aunque aparentemente natural, no es más que una falacia. Nos recuerdan que lo personal, lo afectivo, la intimidad, la soledad… son política también.

20 comments

  1. Naturalmente, lo político, o las políticas, tienen repercusión en la vida cotidiana de la gente, en lo personal, en lo íntimo. Ahora bién, no veo de recibo que esa sea una razón para llamar a eso política. Creo que fue en los 70, cuando desde ciertas corrientes feministas se impulsó la idea; el eslogan “todo es política” hizo su aparición, y entre otras muchas derivaciones, el ámbito de la vida personal se convirtió en un campo de batalla político.
    Por supuesto, tal conceptualización de la política tiene sus consecuencias que han trascendido, con mucho, el ámbito de las preocupaciones iniciales de este movimiento, puede que malinterpretando el mensaje inicial, aunque estoy casi seguro de que los impulsores iniciales de la idea no tendrían empacho en subscribir las, en mi desinformada opinión ( y lo digo sin el menor asomo de ironía), posibles vulgarizaciones del lema inicial; si quieres cambiar las cosas cámbiate a ti mismo, y el lenguaje de lo políticamente correcto…

    Puede que lo privado, lo personal, lo íntimo, sea política, micropolítica o como se quiera llamar, sin embargo, no estaría de más hacer cierta jerarquización, sino a uno le da la sensación que el término se vuelve tan amplio que acaba por no servir para mucho. Por otro lado, a quedado demostrado que la política tiene consecuencias en lo personal, familiar, etc… ahora convendría saber si el recorrido contrario también tiene consecuencias; de lo personal a lo político, de lo simbólico a lo político, ( cómo no me atrevo a posicionarme, simplemente lo distingo, para no decir de lo político a lo político). Claro que todo el mundo toma conciencia en un proceso individual y personal, pero no es eso a lo que me refiero, no sé si se me entiende…

    En cualquier caso, y sigo preguntando sin el menor asomo de ironía, ¿no hay alguna mediación? ¿dónde quedan conceptos como ideología? etc.

  2. Muy bueno el post.
    Yo sí estoy convencido de que la política, concebida como la forma en la que se organiza una sociedad determina el bienestar de la misma. Está claro que en una sociedad de clases el bienestar estará también “clasificado”. Por lo tanto la política de Estado tiene consecuencias directas en la clases subalternas, y la política que estas hagan las tienen sobre la política de Estado. Si las familias se desintegran, el Estado también. Léase el origen de la familia de Engels…
    Aunque yo soy de los que interpretan el Estado como un todo, donde está incluida la familia, los aparatos ideológicos de Estado (Althusser), etc.
    Por eso la importancia de la familia también para el PSOE, no sólo para los rancios del PP.
    Y después una anécdota relativa a los cuidados: en Barcelona en una residencia de ancianos de Sagrera hay mujeres (al menos una, pero seguro que más) que trabajan cuidando a un anciano que ya está en la residencia, o sea un cuidado “extra”. Pues esta mujer, latinoamericana por supuesto, cobra por sus 8 horas de trabajo en “especias”, ¡su salario es poder vivir en el piso del anciano! como decía ayer en el programa de radio en el que colaboro, al menos los esclavos también recibían comida.
    un saludo

    1. Está claro que la presencia de la familia es importante para cualquier gobierno que lleve a cabo políticas neoliberales (sea éste del PP o del PSOE), aunque no acabo de tener claro lo de que si la familia se desintegra el Estado también lo hace ¿qué quieres decir exactamente? Yo estoy pensando en sociedades anglosajonas como la norteamericana o la británica, donde la ausencia de una familia extensa que de apoyo simplemente deriva en índices más altos de pobreza (más gente viviendo en la calle, más gente con enfermedades mentales sin ningún tipo de atención)… es decir, cuando la familia no está para suplir al estado lo que se va a la mierca es la red de apoyo que ésta proporcionaba y no tiene porqué ser el estado, en esos contextos, el que paga el pato.

      Encuentro interesante la historia que describes. El Real Decreto que regula el trabajo del hogar (RD 1424/1985) en el estado español de hecho hace que sea legal descontar salario a cambio de proporcionar alojamiento (y manutención). Además, crea toda una serie de vacíos legales que posibilitan que la “trabajadora del hogar” haga un montón de “horas extras” no remuneradas o que no sea obligatorio hacer un contrato laboral escrito. Te recomiendo que le eches una ojeada algún día. Algunas de las relaciones que establece tienen desagradables reminiscencias feudales.

      Un saludo!
      S.

  3. molt bo. toques la substància bàsica de la política, la biopolítica. A més, alliberes “la política” de la seva mixtificació operada per l’aliança entre “medias” i “professionals politics” que han devastat el terme convertint-lo en un domini incert i distant. Les interseccions, com els antagonismes, expressen la dimensió substancial de la política, del que és “polític” a diferència del que avui es proclama com a “política”.
    El nom fa la cosa. Abans es dèia que “el nom no fa la cosa”. Els temps, però, exigeixen precisió conceptual i destriar els termes. Alliberar-los!

    1. Si que crec que en part es tracta d’això, de desmitificar la política… I no és una tasca gaire fàcil. Ni pensar-la ni explicar-la d’una altra manera. Haurem d’anar imaginant altres formes poc a poc…

  4. Yo lo siento pero debo ser muy carca; por ejemplo, yo creo que los antagonismos pueden manifestarse de una manera política o no, o también puede hacerse de ellos una lectura política o no. Se puede hacer una lectura política de todo, también económica etc.
    Ahora bien, llamar la atención sobre que la política, la oficial, no es el único modo de hacer política, o recordar que aunque esta nos parece a todos tan ajena en realidad nos afecta incluso en los aspectos más íntimos del día a día, no significa que todas las reacciones ante los diversos efectos de la política sean política. Para entendernos, para mi hablar de política en un bar y cagarse en el gobierno de turno, no es política. Aunque este ejemplo pueda parecer muy grosero, mucho me temo que se podría aplicar a ciertas derivaciones de las posiciones que sobre lo político se defienden aquí.

    Venga salud y buenos alimentos.

    1. Querido Eitan,

      El slogan histórico creado por el movimiento feminista fue “lo personal político” y consistió principalmente en problematizar relaciones cotidianas (normalmente de género) que aunque aparentmente neutras, no hacían sino reproducir desigualdades sociales. De esto a la más reciente moda de los libros y otros materiales de “auto-ayuda” u otras tendencias más “newagie” hay un gran trecho. Seguro que hubo gente que hizo ese recorrido, pero son dos cosas bien distintas, como bien debes saber. La principal diferencia: la creación de sujetos políticos; el reconocimiento de relaciones de poder como punto de partida. Eso es lo que hace que muchas de las reflexiones y actitudes de las feministas de los 70 fueran políticas y que la autoayuda no lo sea. Pero me parece que eso todxs lo tenemos claro, no?

      De todas maneras, hay una diferencia entre decir que la política abarca la mayoría de los rincones de nuestras vidas y decir que nuestra vivencia o reacción ante esto sea política. Lo que quiero decir es que encuentro necesario desengranar los componentes políticos de las situaciones para posibilitar su comprensión (y con un poco de suerte, una respuesta). Aunque la relación entre lo primero y lo segundo no es mecánica, sigue siendo necesario conseguir lo primero para hacer posible lo segundo. Es decir, veo una responsabilidad importante de la izquierda “desnaturalizar” las situaciones cotidianas (es decir, explicar qué relaciones más amplias las configuran, explicar que a menudo son fruto de desigualdades sociales y hacer entender que las cosas no tienen porqué ser así) para que la gente sienta que es posible cambiarlas.

      Buenas noches…

  5. Ma mare va morir als 8 mesos d’haver-la d’ingressar per un parkinson amb brots psicòtics en un geriàtric a 40 km de la seva casa, que llavors també era la meva (Premià de Mar-Canet); jo sola sense germans ni perrito que me ladrara, no podia atendre-la més del que ho vaig fer…, si l’hagués pogut ingressar a prop de casa (no vaig trobar lloc més a prop i adient donada la nostra economia, cojuntura, bla bla) igual encara seria viva… o no, la qüestió és el que em va dir amb una claretat meridiana abans de morir que “havia llençat la toballola”, la vaig llençar jo també? les noies que la cuidaven al geriàtric i que la van venir a plorar a l’hospital? No. La societat del benestar si que l’havia llençat abans que ella i molxs com ella moríssin.
    Noia, tens més raó que un sant i pensa que amb aquest blog i explicant les meves intimitats fem més política que el tripartit al govern.
    Abraçades fortes i a més!

    1. La “societat del benestar” no situa la cura al centre i, quelcom tan important per nosaltres com la cura o fins i tot la vida d’un ésser estimat no deixa de ser quelcom residual en l’equació de la vida política i econòmica actual. Res millor que haver-ho viscut en les teves pròpies carns per saber-ho.

      Crec que la concepció d’una altra societat va més enllà d’un canvi de paradigma productiu. I una manera diferent de concebre la cura no se’n derivarà del primer de manera mecànica. També és imprescincible una canvi de concepció de les relacions interpersonals, tant a nivell micro com macro.

      Petons de Ciutat Vella al Maresme!

  6. Cuando hablas con veteranxs de la política descubres formas de hacer política olvidadas hoy. Hablan de algo tan elemental como la coherencia, ellxs me enseñan que la militancia, acción y lucha nos deben acompañar en todo momento de nuestra vida, sea en el espacio laboral, académico o simplemente tomando una caña en el bar de la esquina.

    Cuando hablas de la familia, me parece fundamental, puesto que sera la primera influencia que tenemos y adoptaremos el modelo que nos transmitan. Esta circunstancia dura por la que estas pasando, al ver la respuesta de toda tú familia es una educación que te acompañara toda la vida tanto a ti como al resto de componentes mas jóvenes de tú familia, que ven un ejemplo positivo en sus mayores.

    Pero la familia esta para acompañar al ser queridx enfermo, abrazarlo, besarlo y que se sienta estimadx, que la transmisión de sentimientos también es una forma de dar salud. Otra cosa seria los temas profesionales, desde poner una cuña a vigilar un gotero, esa es la parte que en un sistema social adecuado la familia no tendría porque ser protagonista. Desgraciadamente vivimos en un sistema perverso que es el capitalismo, y las políticas hegemónicas de lxs neo-liberales son dominantes con lo que esto conlleva, como compras de armas, ayudas a la banca a cambio de recortes en gestiones sanitarias y practicamente inexistentes cuando directamente son partidas para la salud.

    Solo el cambio de este sistema capitalista por otro donde todas las personas pueden existir en igualdad de condiciones, creara un mundo óptimo para todo el ecosistema, desde el ser humano al ultimo elemento de la cadena. Por este motivo y leído lo leído después de las elecciones europeas y que os piden mas reflexión a Revolta Global, si que me gustaría decir que creo que todas las izquierdas debemos hacerla porque sinceramente creo que nadie puede estar contento con los resultados.

    1. Como le decía a Endora, el fin del capitalismo es imprescindible pero no suficiente… La Revolución de Octubre no conllevó la socialización del cuidado. Creo que habremos de tener otras cosas en cuenta, como cambios de prioridades o el hecho de que el fin del capitalismo no deriva de forma automática en el fin del patriarcado. ¿Cómo lo vamos a hacer, camarada? Hay mucho en lo que pensar…

      De acuerdo con la necesidad de reflexión de todas las izquierdas. Aunque con motivos y en grados distintos :)… Vi que estamos de acuerdo en lo de Caja Madrid e IUCM

      Una abraçada!
      S.

  7. A vuela pluma;

    Sería interesante que alguien se atreviera a hacer una definición de política. Yo creo que asimilarlo, así sin más, a relaciones de poder, resulta demasiado laxo, ergo no lo debo tener demasiado claro.
    Desnaturalizar las relaciones cotidianas, evidenciar que la ideología que las respalda no son más que mecanismos para mantener relaciones de poder que justifican situaciones de privilegio y perpetúan relaciones de desigualdad, son evidentemente pasos necesarios para armar una respuesta polítca. Ahora bien, intuyo que lo político, o la respuesta política, no pasa por la “coherencia personal”, como apunta una de las contertulias; decenas, cientos de personas, maravillosas personas en su día a día, que prefiguran una manera de vivir que todos desearíamos y que son absolutamente inocuas políticamente, que no constituyen un sujeto político. Vaya, son lo que las terapias “newage” a la psicología, y si claro ambas cosas se preocupan por el bienestar personal…
    Creo, que a veces se confunden las diferencias a la hora de abordar un problema, con ignorar el problema, no sé si se me entiende…
    Por otro lado, tampoco estaría de más saber si conceptualizar lo político como “lo personal es político” no ha llevado en muchos casos a “ a la más reciente moda de los libros y otros materiales de “auto-ayuda” u otras tendencias más “newage” por expresar con una formula simpática lo que parece que hoy mucha gente considera política, y respecto a la cual, por supuesto, “hay un gran trecho”.

    Salud y menos susceptibilidad

  8. puestos al debate: hay un divorcio entre “lo político” (realmente existente) y “la política” (realmente transfigurada en dominio mediático atribuible al mundo de los partidos y de las elecciones). La brecha entre la realidad de lo político y la mixtificación de la política es lo que Zizek define como la necesidad de politizar la economia, la vida y el resto de ámbitos. Eso implica liberar la política de su dimensión espectacular y vincularla a “lo político”. Puede ser un juego de palabras, pero en términos de ideologá -y ahora más que nunca- la precisión conceptual es básica. Más aún, corresponde a los/la que reivindican una política a la izquierda de “lo posible”, la tarea de concordar enunciados, contenidos y ideología.
    No me atrevo a definir la política pero, por paradojas de nuestro tiempo, esa definición tendrá que ver con la recuperación de “lo político”. Lo que hoy aparece como “política” es un fenómeno espectacular totalmente desorbitado.
    Lamento el juego de palabras…
    Ernesto Laclau tiene un libro acerca de “lo político”, pero con Zizek vamos sobrados de argumentos.
    Pero, con el post de SANDRA, sin duda, el debate desciende al mundo real. Y en ese mundo “la política” espectacular no pinta nada.
    Sobran definiciones.

    Saludos maresmencs to endora & sandra & tutti quanti

  9. teneis la mala costumbre de meter el tema del capitalismo en todas partes cuando muchas cosas pertenecen a esferas de la vida o de la democracia elemental: elegir, celebrar o observar. Se puede ser liberal de izquierdas o socialista y estar de acuerdo en que hay cosas injustas y no por ello rechazar un sistema que pese a todo ofrece grados de libertad visibles.
    Buenas reformas y dejar lo personal como parte de la libertad puede ser la base de un socialismo acorde con los tiempos. posible y electo en urnas. separemos un poco las cosas, apreciemos el privilegio de tener elecciones, prensa libre y espacios de libertad consolidados y convengamos que la retórica anticapitalista puede tener cierta razón pero se cae por su propio peso cuando hay que elegir en términos de lo que hay. Me declaro partidario de gobiernos fuertes, de centroizquierda, con programas de atención y una sociedad que pueda participar en la democracia para vigilar excesos. Vista la historia, la apuesta socialdemócrata no invade lo personal, defiende la libertad y corrige injusticias sin tener que exigir codigos de militancia y pesimismo. Se puede hacer mucho desde los gobiernos y dejar lo personal a un libre ejercicio de amistad y de intercambio

    1. “apreciemos el privilegio de tener elecciones, prensa libre y espacios de libertad consolidados”
      ¿Y eso dónde es? Porque en mi país (España) no lo he encontrado, en mi país las elecciones están amañadas, los medios de comunicación son de unas pocas personas y los espacios de libertad los puedes ver en la comisarías de Les Corts…
      por favor Juan Sin Tierra, dinos dónde nos tenemos que mudar plisssss…

    2. Juan,

      Está claro que tenemos una gran diferencia de premisa: tu crees que la convivencia con el capitalismo es necesaria e incluso deseable y muchxs de los que escribimos aquí pensamos que el capitalismo ES el problema (uno de los principales). Sin entrar a fondo en lo que planteas en tu comentario (con el que no estoy de acuerdo), sólo decir que “dejar lo personal a un libre ejercicio de amistad de intercambio” sólo es posible cuando lo personal está únicamente regido por relaciones iguales y recíprocas y obviar que en lo personal también se dan relaciones de poder (a menudo resultantes de relaciones no personales). ¿Acaso la relación entre una familia y “su” trabajadora doméstica inmigrante sin papeles es una relación de amistad e intercambio? ¿Debe, según tú, el estado apartarse (como hace ahora) y dejar que las partes solucionen sus diferencias desde la “buena fe” (sic)? ¿Es el derecho de una mujer a decidir sobre su propio cuerpo únicamente personal? ¿Es la violencia de género- anteriormente conocida como violencia doméstica- un quehacer personal basado en el intercambio y la amistad? ¿Lo es la repartición sexual desigual del trabajo, del cuidado…? ¿No es acaso la clasificación de todas estas relaciones como (únicamente) personales una forma de despolitizarlas y mantener las desigualdades que se dan en ellas intactas?

      Un saludo!
      Sandra

  10. Podré tornar enrere – Sopa de Cabra
    Rius de gent, malferida corren sols, escopint el seu fracàs
    ja vençuts, esperaran com sempre han fet, l’aventura d’una nit,
    mentre ploren, de ràbia i per amor, a un nom inexistent
    mentre riuen dins núvols pasatgers, cada dia més distants
    Corren sols, seguint pistes per trobar el refugi de l’acció
    un amic que no estigui massa vist o una ofrena de la carn
    que a vegades, quan s’apaga el primer foc, pot fer encara més mal
    i així acaben, quan ja tot ha passat, cremats per la veritat i cridant

    Podré tornar enrera, quan estigui massa lluny
    Podré tornar enrera, quan sigui massa tard…

    Són germans, d’un camí que no ha tingut mai sorida ni final
    Saben bé que el futur és la foscor i que el negre és el color
    d’una bandera, bruta i plena de sang, que els hi han posat a les mans
    però no es rendeixen, somien il·lusions fent himnes de cançons i criden

    Podré tornar enrera, quan estigui massa lluny
    Podré tornar enrera, quan sigui massa tard…

  11. Eitan,

    A mí lo de “si quieres cambiar las cosas cámbiate a ti mismo” me suena bastante a auto-ayuda, lo cuál seguramente explica el diálogo entre besugos (uno más) entre nosotros… Besazos y buen lunes!!!
    S.

  12. Justo hace unos días hablaba con un amigo que vino de los EEUU de hacer una estancia de 3 meses de que precisamente el modelo de familia anglosajón ponía más a flor de piel las deficiencias del “Estado Social”. El post ha puesto más orden en esa conversación caótica.

    Excelencete entrada. Enhorabuena.

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